25.1.12

Hasta que apareciste tú





¿Conoces la sensación de ir a 200 km/h? a un ritmo desorbitante, brutal.. ¿y todo para que? Para no sentir lo que pasa a tu alrededor, para evadirte de tu jodida realidad. Vivías la vida a una velocidad vertiginosa, no te parabas a disfrutar, ni a saborear cada momento, corres, corres más rápido para que nada ni nadie te pueda alcanzar, por que llego un punto en el que estabas harta, harta de que las mentiras y las desilusiones te resquebrajaran el corazón, harta de luchar por todo, todo lo que se quedaba en nada, cansada de ser la ingenua que que termina con las ilusiones estampadas contra la pared y hecha trizas. Dejaste de confiar en las personas, empezaste a evadirte de la realidad, te ensemismaste en ti misma y no había dios quien te sacase de ahi, corrías para que nadie te pudiese alcanzar, ni las personas, ni los sentimientos. Tenías miedo, miedo de volver a sentir, de volver a querer, de volver a caer en lo mismo. Pero un día paso algo para q teue pararas en seco, tu mundo tembló y las cosas se salieron de su lugar. Si, apareció él, y sabías que si te volvías a parar volverías a caer, y vaya que si caíste, pero lo que nunca, nunca imaginaste, es que esta vez él, si te iba a sujetar.

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