Aprendí de mis estúpidos errores, de las decisiones equiocada y de los intentos en vano, la vida no es como te la pintan, es mas bien un tren descarrilado y sin frenos. Eres tú el que decide como, cuando y donde, no puedes dejar todo a merceed del destino. Por que hay cosas, que puede que estén escritas y que puede que tengan que suceder si o si. Pero también hay opciones, siempre queda la opción de decidir, si vas a caer o vas a volar o si un último intento vale la pena. Y es aquí donde entras tú, tú eras mi destino, lo sé y siempre estaré segura de ello. A ti te tocaba entrar en mi vida, en mi cabeza, en mi corazón, y en todas mis decisiones. Te plantaron un día en mi vida, de repente y sin previo aviso. Y no lo negaré, me has dado los mejores y los peores momentos que he vivido, já, irónico verdad? Si, el destino te puso en mi camino y me hizo quererte con todas mis fueras. Pero soy yo, escúchame bien, quien elijo quien se queda o quien se va, y intentos?, intentos ya no quedan, gasté todas las opciones y posibilidades posibles, hice todo lo que pude y más, por ti, por mi, por la ilusión de un nosotros que nunca existió. Y puede ser, vamos, estoy segura de que nadie me podrá devolver las tardes a tu lado, las sonrisas y las escapadas por las noches, no podrán darme la sensación de verte por la mañana durmiendo a mi lado, ni tus palabras susurradas al oído. Pero este es el momento en que YO tomo la decisión, de echarte de mi vida, de mi cabeza y de mi corazón. Sé que tal vez, me costara tiempo, bajones y lagrimas, pero si de algo estoy segura es de que volveré a sonreír, cueste lo que cueste y esta vez tú... no serás la razón de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario