7.2.12

Gracias, por estar a mi lado.


Porque es ese momento en el que peor estas, en el que has tenido un día de mierda y tienes ganas de meterte en la cama, desaparecer y que se acabe el día, es ahí, cuando llega él, con esa sonrisa, esos ojos y ese humor que le caracteriza. Él. Es como si todo lo malo que te ha pasado durante el día desapareciera de repente. Tan solo lo ves durante unos minutos, pero y que minutos! Él consigue lo que probablemente tus amigas han intentado durante mucho tiempo, animarte.
Cuando estas con el parece que el reloj se pone de acuerdo para joderte, el tiempo pasa volando, no te das cuenta, pero es así. Y cuando te acompaña a casa, estas deseando que la vuelta se haga eterna, que os cueste llegar una eternidad, pero no, de nuevo, no es así. Así que, te toca joderte otra vez. Y entonces, te despides con un: “Bueno luego hablamos” y estas deseando subir a casa para escribirle y para que él te escriba. Y así van pasando los días, y te vas dando cuenta de que todo lo que te decías a ti misma de no volverte a enamorar, ha quedado en un pequeño e insignificante recuerdo. Porque una vez más, tu fuerza de voluntad no te ha valido para nada. Pero, ¿sabes que es lo mejor? Que no me importa, porque el quererte es lo mejor que me ha pasado en muchísimo tiempo. Has conseguido que me levante por las mañanas con ganas de sonreír y de sonreírle al mundo. Así que, después de todo te doy las gracias. Gracias por ser como eres conmigo.

No hay comentarios: